Del andamio a la gestión de empleo en Australia

“Me voy a Australia”. Víctima de la crisis en el sector de la construcción, que le dejó arruinado, Sergio Romagosa comunicó a su esposa su decisión de viajar a las antípodas en búsqueda de nuevas oportunidades. “Pero vuelve ¿eh?”, le respondió ella. Así lo hizo. Y para montar dos empresas relacionadas con la inmersión laboral en Australia, Nueva Zelanda y Canadá: Trekyourway, agencia especializada en estudios y trabajo en el extranjero, y Treklanguage, una academia de idiomas donde se aplica el mejor método para lograr los visados necesarios para trabajar en esos países. Esta academia abrirá sus puertas en Barcelona el próximo octubre.

“Me fui a Australia con 43 años para estudiar inglés durante cuatro meses. Solo sabía decir ‘one coffee, please’, pero ni me entendían”, explica a Crónica Global Romagosa, que tuvo que vender casa y moto para financiar su aventura en las antípodas. Su afición al trial le abrió puertas. “España es número uno en este deporte, pero ellos no tenían ni idea. Así que colaboré en la organización de carreras y contacté con promotores”, añade.

Segunda aventura

A su regreso a España, creó Trekyourway sin tener todavía un nivel elevado de inglés, lo que no le impidió acudir a ferias internacionales para promocionar su agencia de estudios, trabajo y turismo en países de la Commonwealth. “Es cuestión de actitud”, dice.

Todo ello ocurrió en 2010. Seis años después, Romagosa se ha embarcado en una nueva aventura pues, tras llegar a un acuerdo con Aunz.cat, una asociación de australianos y neozelandeses afincados en Cataluña, ha creado Treklanguage.

Este emprendedor conoce mejor que nadie los requisitos necesarios para intentar una nueva vida en Australia, que pasan principalmente por un nivel de inglés adecuado. La nueva escuela de idiomas utiliza el International English Language Testing System (IELTS), conocido como el test de Cambridge, que es el más útil para conseguir visados para trabajar en países como Australia, Nueva Zelanda y Canadá. Incluye un coaching basado en tres premisas: la gente no tiene tiempo, no sabe estudiar idiomas y no hay gente más dotada que otra.